sábado, 21 de marzo de 2020

Me lo callo para mí


Las redes están que arde. Hay, como siempre, de todo, pero ahora en cantidad y a todas horas. Y me refiero a personas. Todo el mundo estamos escarbando, como gallinas en el estiércol, para ver qué descubrimos en el montón de abono, digno de ser trasportado a nuestro pico (teclado) y lanzarlo a la red. Algo que sea lo último, ultimísimo y nos aporte muchos “likes”. Yo también. Nada más que lo veáis, si me estáis leyendo.

Me preocupa sobremanera eso que ahora han dado en llamar “Fake news”. Bulos, mentiras… que, si antes ya eran malas ahora son peores. Todos estamos un poco alterados y este tipo de mensajes no ayudan. Somos capaces de llegar, hasta bien abajo en el montón de basura, y sacar los trapos más viejos para caldear más si cabe el ambiente. ¡POR FAVOR, no publiquemos cosas que no vengan de fuentes fidedignas y que no estén bien contrastadas! Paremos las cadenas. Eso, sí está en nuestras manos. Seamos adultos, seamos serios, seamos responsables.

Por si fuera poco, la ociosidad en masa, libera más las lenguas que las mentes y estamos raudos a la crítica y lentos en la reflexión. Da igual si nuestro comentario destruye una buena y bonita iniciativa, siempre hay “idiotas” que secundarán la crítica con los ojos cerrados, y eso nos llena de satisfacción…que es de lo que se trata, de engordar nuestro ego. Piensa, pensemos antes de lanzar una “inocente preguntita”, “un comentario ingenioso”, ese reenvío fácil, el veloz “tweet”… ¿nuestro gesto aporta algo positivo? El efecto dominó pude ser arrollador. Si lo que tenemos que decir no va a ayudar y/o mejorar la situación… mejor nos lo guardamos. ¡Guárdatelo para ti! Me lo guardo para mí.

Parece que aún seguimos sin entender: Es tiempo de sumar, aunar y, si no podemos o no sabemos, al menos que no restemos. Si no ayudamos a tranquilizar, calmar los ánimos, no favorezcamos la crispación. Que ya hay más que suficiente. No son momentos de andar mirando lo bien que quedamos en la foto y dónde nos colocamos… o salimos todos o no salimos.

A lo mejor al lema “quédate en casa” habría que sumarle otro que dijera “y cállate la boca” porque la ociosidad da para mucho y en estos momentos, si de algo andamos sobrados, es precisamente de ociosidad.

Soy Ana Casado y estoy en casa ociosa como tú. Desde mi humilde observatorio, os invito, te invito a sumar desde la contención.

Un saludo.

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