Las redes están que arde. Hay,
como siempre, de todo, pero ahora en cantidad y a todas horas. Y me refiero a
personas. Todo el mundo estamos escarbando, como gallinas en el estiércol, para
ver qué descubrimos en el montón de abono, digno de ser trasportado a nuestro pico
(teclado) y lanzarlo a la red. Algo que sea lo último, ultimísimo y nos aporte
muchos “likes”. Yo también. Nada más que lo veáis, si me estáis leyendo.
Me preocupa sobremanera eso que
ahora han dado en llamar “Fake news”. Bulos, mentiras… que, si antes ya eran
malas ahora son peores. Todos estamos un poco alterados y este tipo de mensajes
no ayudan. Somos capaces de llegar, hasta bien abajo en el montón de basura, y
sacar los trapos más viejos para caldear más si cabe el ambiente. ¡POR FAVOR, no
publiquemos cosas que no vengan de fuentes fidedignas y que no estén bien
contrastadas! Paremos las cadenas. Eso, sí está en nuestras manos. Seamos
adultos, seamos serios, seamos responsables.
Por si fuera poco, la ociosidad
en masa, libera más las lenguas que las mentes y estamos raudos a la crítica y
lentos en la reflexión. Da igual si nuestro comentario destruye una buena y
bonita iniciativa, siempre hay “idiotas” que secundarán la crítica con los ojos
cerrados, y eso nos llena de satisfacción…que es de lo que se trata, de
engordar nuestro ego. Piensa, pensemos antes de lanzar una “inocente
preguntita”, “un comentario ingenioso”, ese reenvío fácil, el veloz “tweet”… ¿nuestro
gesto aporta algo positivo? El efecto dominó pude ser arrollador. Si lo que
tenemos que decir no va a ayudar y/o mejorar la situación… mejor nos lo guardamos.
¡Guárdatelo para ti! Me lo guardo para mí.
Parece que aún seguimos sin
entender: Es tiempo de sumar, aunar y, si no podemos o no sabemos, al menos que
no restemos. Si no ayudamos a tranquilizar, calmar los ánimos, no favorezcamos
la crispación. Que ya hay más que suficiente. No son momentos de andar mirando
lo bien que quedamos en la foto y dónde nos colocamos… o salimos todos o no
salimos.
A lo mejor al lema “quédate en
casa” habría que sumarle otro que dijera “y cállate la boca” porque la
ociosidad da para mucho y en estos momentos, si de algo andamos sobrados, es
precisamente de ociosidad.
Soy Ana Casado y estoy en casa ociosa
como tú. Desde mi humilde observatorio, os invito, te invito a sumar desde la
contención.
Un saludo.
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