viernes, 16 de marzo de 2018

La "señoritonga"

Esta mañana, tempranito, uno de mis hermanos me ha enviado, por whatsapp, un vídeo de Thais Villas (colaboradora de “El Intermedio”). Mi hermano era muy consciente de que aquello tenía “cierta gracia”. Efectivamente y, también, … ¡muchos huevos!, por lo que me lo hizo llegar, a sabiendas de que me iba a reír pero, además, porque sabía que no lo iba a dejar pasar. Por algo somos hermanos. Haber vivido tantos años juntos da cierto conocimiento sobre las cosas que nos hacen reaccionar…

¡Efectivamente!, pasada la sorpresa inicial y la gracia, mi cabeza comenzó a “runrunear” dejando en un segundo plano las tareas cotidianas, que fui haciendo de forma mecánica, porque mi mente andaba ya pensando en este pequeño vídeo como un reflejo de lo que, realmente, hay en la sociedad. En él, una señora confiesa tener una persona que le hace las tareas de la casa y, curiosamente, no sabe determinar su horario: “Ella duerme allí, se pone a limpiar, pone la comida, luego descansa, plancha, nos pone la cena y ya está”. ¿¡TE PARECE POCO!? ¡De sol a sol! ¡Oiga usted! Y dicho así de rápido y breve parece que no hace “NADA”. Tendrían que haberle preguntado, ya de paso, a cuánto ascendía el salario de esa persona. Pero ese es otro tema.

Menos mal que  la señora tiene al menos la decencia de reconocer  que respecto a la casa, no da palo al agua. Ya nos lo había dejado bien claro con anterioridad pero es que, confiesa, que no trabaja en ningún otro sitio y que… ¡¡¡ES AMA DE CASA!!!...: ”No trabajo. Soy ama de casa”. Al grueso de mujeres y amas de casa, estoy casi segura que les chirriará esa afirmación, como a mí.  ¡La “señoritonga” hace una ecuación en la que las partes de la igualdad son NO TRABAJA = AMA DE CASA! ¿Acaso realizar las tareas de casa no supone un esfuerzo, un tiempo, una dedicación y un saber como en cualquier otro trabajo?... ¡Ya sé!… Sólo se  considera trabajo si cobras un salario y cotizas…

No puedo decir nada respecto a que esta mujer disponga del dinero suficiente para pagar a otra persona que le haga las tareas de la casa… ¡si existe un contrato de trabajo justo!… y he dicho JUSTO no legal. Es bueno para las dos partes. Pero…el “No trabajo. Soy ama de casa”… ¡Perdone usted, señora!, pero…, no nos engañemos, lo que se dice “SER ama de casa”… a mi no me parece que lo sea…. En tal caso… ¡dice y decide lo que tiene que hacer otra persona! Y eso, tiene otro nombre. ¿Cuál?  Mire usted, no lo sé, ¿o sí?  pero, lo que sí es seguro es que, no es “Ama de casa”. No al menos como yo lo entiendo. Quizás es que tengamos diferentes concepciones del concepto “ama de casa”: la mía, más humilde, es la de aquella mujer que cuida directamente, con sus manos, tiempo y esfuerzo de su propia casa y familia. Y la suya… es la de “dueña” que se enseñorea sobre bienes y criados y, en tal caso, ya estaríamos hablando sólo de “el ama”. Es una cuestión de semántica.

Lo cierto es que hay un porcentaje muy alto de personas, entre ellas más mujeres de las que desearía, que piensan que el oficio de “Ama de casa” consiste en horas en la peluquería, sesiones de rayos uva, tertulias de té y café, la manicura… que es lo que, en el fondo, hace esta mujer y el resto… para la “Chacha”.
En oposición a ese grupo, por desgracia más visible y apetecible, existe otro mucho más grande y real que, por decisión personal o necesidad, realizan ellas mismas el trabajo que sí es propio al “Ama de casa”, sin estridencias, sin banderas, con la sencillez y naturalidad  que lo caracteriza. Y a veces, sólo a veces, les queda tiempo y dinero para concederse el capricho y el lujo de poder ir un día a la peluquería ¿o es una necesidad?

Y, no olvidemos, que hace falta tener muchos huevos, en los tiempos que corren, para ser una auténtica “ama de casa” por vocación y, asumir TODAS las tareas que conlleva además de aceptar la discriminación social a la que te vas a ver sometida. Decir que lo eres cuando hay otra persona detrás que solventa todo el grueso del trabajo pesado… me parece un insulto hacia todas las demás amas de casa que cada día realizamos ese trabajo a cambio de un abrazo y un beso de nuestros seres queridos.

Soy Ana Casado. Soy mujer y  trabajo como  “Ama de Casa”.


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